La indecisión de los grandes inversores sobre la cotización
del Oro se pone de manifiesto en el comportamiento de su cotización. Llevamos
dos meses de negociación de este año 2018 y en el día de hoy vuelve a buscar
refugio en su precio de apertura anual. La indecisión es total.
Desde un punto de vista macro el metal precioso no ha
sufrido grandes variaciones desde el inicio del año, más que nada porque no ha
habido turbulencias destacables en los mercados y no ha sido necesario que el
metal haya tenido que actuar como valor refugio.
Desde un punto de vista técnico las delimitaciones con
respecto al comportamiento del precio están muy claras. Por la parte de arriba
siempre ha encontrado fuerza de resistencia en una congestión de mediano plazo
que pasa por el nivel 1.354 pieza que le ha cerrado la progresión al alza cada
vez que ha intentado batirla, sin duda, por la parte de arriba es la clave.
Como eje central de operaciones su cotización tiene un
refugio de muy largo plazo que pasa por los 1.330 que es la pieza que lucha y
pelea desde el tercer trimestre del año 2013. Todo gira en torno a él y de
momento no ha conseguido cerrar ningún trimestre por encima del mismo, mientras
esto no suceda, no progresará al alza con solvencia. El rango estructurado que
genera esta pieza debe ser roto para que oriente de movimientos definidos.
Por la parte de abajo siempre le apoya y le salva de caídas
su precio de apertura anual que este año lo tiene en los 1.310. La pérdida del
mismo y sobre todo si observamos que se coloca por debajo del mismo y le cuesta
remontarlo, estaríamos hablando de presiones bajistas acentuadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario