BRUSELAS/FRÁNCFORT (Reuters) - El Banco Central Europeo está listo para relajar su política en marzo si la reciente turbulencia del mercado financiero o impacto a largo plazo de los bajos precios de la energía amenazan con mantener persistentemente baja la inflación, dijo el lunes su presidente, Mario Draghi.
"Primero examinaremos la fortaleza del efecto importado de la baja inflación a los salarios domésticos y la formación de precios y a las expectativas de inflación", dijo Draghi al Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
"Segundo, a la vista de la reciente turbulencia financiera, analizaremos el estado de la transmisión de nuestros impulsos monetarios en el sistema financiero y en particular en los bancos", dijo Draghi. "Si cualquiera de esos dos factores conllevan riesgos a la baja para la estabilidad de los precios, no dudaremos en actuar", añadió.
Los comentarios de Draghi se producen tras semanas de una elevada volatilidad en el mercado que ha revertido gran parte del efecto de relajación monetaria del BCE en diciembre, aumentando la presión sobre el banco para que la relaje aún más en marzo.
Draghi ya ha dicho que el banco revisará y posiblemente recalibrará sus políticas cuando se reúna el próximo 10 de marzo, una señal que los mercados toman como un compromiso casi seguro de que actuará.
El euro se ha fortalecido un 3 por ciento en lo que va de año, mientras que las bolsas de la zona euro han bajado un 13 por ciento, aumentando los costes de financiación para las empresas.
Pero quizás más importante es la bajada del 22 por ciento en el sector bancario, que puede elevar el coste de capital para los bancos, lo que potencialmente puede parar el crédito y reducir la efectividad de las medidas no convencionales del BCE.
"La situación en el sector bancario ahora es muy diferente a la de 2012", dijo Draghi. "Quizás más importante, los bancos de la zona euro han fortalecido sus posiciones de capital en los últimos años, sobre todo como consecuencia de la evaluación exhaustiva realizada en 2014", dijo.
Sin embargo algunos bancos aún afrontan dificultades, desde la incertidumbre por litigios y costes de reestructuración hasta un gran nivel de morosidad, dijo Draghi.
Draghi dijo que el BCE estaba listo para actuar pero también pidió a los gobiernos que ayudasen con políticas fiscales de apoyo que eleven la inversión pública y ayuden a las economías con unos menores impuestos.
En diciembre el BCE redujo su tipo de depósitos en 10 puntos básicos al -0,3 por ciento y prolongó su plan de compra de activos en seis meses, llevando el programa hasta los 1,5 billones de euros.
Los mercados descuentan ahora al menos dos rebajas de tipos, llevando los tipos sobre depósitos al -0,5 por ciento para finales de año desde el -0,3 por ciento. Pero los analistas son más precavidos y esperan sólo una bajada al -0,4 por ciento.
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